Villa 6 habitaciones, 403 m²

Urbino, Pesaro y Urbino (provincia)

Urbino - Donde el Renacimiento aún perdura. Y con él, una casa que conserva su alma.

Hay una ciudad, en lo alto de una colina en la región de Marcas, donde el aire es más tenue y el tiempo más lento. Donde las paredes hablan, las calles cuentan historias, y la belleza no es la excepción, sino la regla.
Esa ciudad es Urbino.
Patrimonio de la Humanidad, cuna del Renacimiento, laboratorio de ideas y cultura durante siglos.
Una ciudad que vio nacer a Rafael, que ha acogido a duques, pensadores, artistas y que sigue viva hoy, culta, reservada, poética.
Y entre sus colinas, lejos del ruido pero muy cerca de la esencia, hay una casa.
Una casa que no sólo existe, sino que protege.
Aquí no se compra lujo, sino memoria. No se compra diseño, sino intención.

Es un lugar para quienes saben reconocer la belleza en silencio, para quienes prefieren las vigas antiguas a las superficies pulidas, para quienes saben leer la historia en un azulejo irregular o en una puerta con sus manijas originales.

Construida hace más de cuatro siglos, Ca' il Governatore es una de las casas más antiguas de la zona de Giardino della Galla - Pallino, a sólo 10 minutos de Urbino.
Comprada en 1973 por un matrimonio florentino, fue salvada del abandono y cuidada con rara dedicación, sin desvirtuar jamás su naturaleza.

Hoy en día, la casa se divide en varias habitaciones, cada una con un carácter y una función diferentes, algunas de las cuales ya se han organizado como pequeños apartamentos independientes, perfectos para un negocio de hostelería o un BB. Estos espacios ofrecen privacidad, comodidad y la oportunidad de disfrutar de la casa a su propio ritmo, inmerso en la tranquilidad de las colinas de Las Marcas.


Aquí todo habla. Todo perdura.
Hay un comedor que da a la vegetación, con ventanas que enmarcan el campo como un cuadro.
El salón principal está presidido por una gran chimenea de piedra y una estufa de hierro fundido, que hace que cada invierno sea más íntimo. Arriba, los dormitorios. Espaciosos y serenos, se abren a ventanas con vistas a colinas que cambian de color con las estaciones. Una terraza acristalada da la bienvenida a la luz de la mañana y a la lectura de la tarde, protegida del clima tranquilo de aquí. Y escondida bajo tierra, casi en secreto, una cueva excavada en la toba conserva el recuerdo de la casa: fresca en verano, siempre silenciosa, una pequeña catedral natural.

A su alrededor, cuatro hectáreas de terreno se extienden entre olivares, árboles frutales, huertos y bosques. Una discreta piscina domina el paisaje como si siempre hubiera estado ahí, entre las suaves curvas de la región de Las Marcas. Hay espacio para respirar, pasear, cultivar, simplemente para escuchar.

Una tierra que se puede cultivar, caminar, contemplar.
Una vida para vivir al aire libre, pero con raíces muy profundas.

Cualquiera que conozca Urbino lo sabe: no es una ciudad cualquiera. Es una apacible fortaleza encaramada en la cima de las Marcas, donde el arte y el pensamiento se unieron hace siglos y nunca se han ido. Es la ciudad donde nació Rafael, donde el duque Federico da Montefeltro construyó el palacio más armonioso del Renacimiento, y donde incluso hoy, al caminar por sus estrechas calles, se percibe una profunda resonancia...