Villa , 870 m²

Olbia, Sassari (provincia)

Esta bodega de reciente construcción se distribuye en dos emplazamientos separados, integrando espacios de producción con zonas dedicadas a la experiencia enogastronómica. El proyecto está fuertemente orientado a la valorización de las variedades autóctonas (Cannonau, Vermentino, Carignano, Caricaggiola y Pascale di Cagliari.), con un estricto control de toda la cadena de producción, para garantizar el máximo nivel de calidad.
El centro de producción se encuentra en la zona de Olbia, lo que ofrece ventajas logísticas y prácticas para la empresa. El segundo emplazamiento, a sólo 30 minutos de distancia, domina el archipiélago de la Maddalena, beneficiándose de un microclima ideal influenciado por el mar.
La bodega consta de varios niveles. El sótano (o planta baja) ofrece una superficie útil de 253 m2, con posibilidad de ampliación hasta 375 m2 incluyendo el espacio exterior. La parte superior tiene una superficie de 243 m2.
Equipada con instalaciones de última generación y sistemas de domótica, la bodega utiliza tecnología moderna para garantizar la máxima calidad en todas las fases de producción.
Entre las instalaciones innovadoras destaca el uso de ánforas parcialmente enterradas para un envejecimiento especial, que confieren a los vinos un carácter distintivo.
La empresa produce seis etiquetas de alta calidad, con una producción anual de 30.000 unidades. Con la producción de seis etiquetas diferentes, esta bodega se ha ganado rápidamente una posición destacada en el mercado, obteniendo un reconocimiento cada vez mayor por la calidad y originalidad de sus vinos.
El segundo emplazamiento se encuentra a 30 minutos y consta de un stazzo gallurese restaurado que actualmente se utiliza como sala de degustación. Se encuentra en una posición privilegiada con unas vistas impresionantes del archipiélago de la Maddalena y el golfo de Saline. La estructura es versátil y podría convertirse fácilmente en una residencia privada o utilizarse con fines turísticos, gracias a su exclusiva ubicación y al panorama que la rodea.
La explotación se distingue por la producción de los vinos que mejor expresan las variedades autóctonas sardas (Cannonau, Vermentino, Carignano, Caricaggiola y Pascale di Cagliari.), con especial atención a la calidad y la autenticidad.
Las plantas son de reciente plantación, por lo que la inversión agrícola está garantizada durante al menos otros 20 años, con un ciclo de producción que ofrece amplias posibilidades de rentabilidad económica a largo plazo.
Se trata de una oportunidad ideal para quienes buscan entrar en un mercado emergente con un producto de gama alta, con bases sólidas y amplio potencial de revalorización a medio y largo plazo. El sector vitivinícola en Cerdeña ha experimentado un creciente interés internacional, y la empresa está bien posicionada para aprovechar esta tendencia.
Al invertir en esta bodega, no sólo se adquiere un valioso activo de producción, sino también una marca que puede crecer y establecerse en la escena internacional.