Villa 4 habitaciones, 780 m²

Dizzasco, Como (provincia)

Villa Gina es una residencia histórica construida en la primera mitad del siglo XVIII por voluntad de una familia noble austriaca. A lo largo de los años, sus elegantes habitaciones y refinados salones han acogido a huéspedes ilustres, entre ellos una princesa de la familia real de Austria. La propiedad, completamente renovada a partir de 2011, ha sido objeto de una cuidadosa intervención conservadora destinada a preservar su identidad original. Los actuales propietarios, apasionados de la historia italiana, han cuidado cada detalle del proyecto con coherencia y mesura, confiando en mano de obra experta y privilegiando materiales de alta calidad. Tapices de seda, acabados artesanales y detalles de época confirman la atención prestada a la restauración. La villa también conserva auténticas obras de arte, entre las que se encuentran pinturas italianas, tapices de seda, muebles de época y lámparas de cristal de Murano, un homenaje al arte, la cultura y la elegancia atemporal de la gran tradición italiana. La entrada principal se abre a un refinado vestíbulo que conduce a un amplio y armonioso salón, con vistas a una espaciosa terraza orientada hacia el lago. En el mismo nivel, un segundo salón se abre a otra terraza con vistas al verde del jardín. La cocina, hecha a medida, está equipada con una chimenea central en funcionamiento e integra elementos contemporáneos en armonía con la estructura histórica. Una elegante escalera conduce a las plantas superiores, donde hay tres dormitorios, dos baños y varios salones privados, flanqueados por una veranda con amplios ventanales y una espaciosa terraza con impresionantes vistas al lago y a las montañas. Cada estancia se distingue por su luminosidad, amplitud y elegancia fastuosa. El sótano alberga las salas técnicas, una bodega de generosas dimensiones, las dependencias de servicio, así como un invernadero y un porche que da al jardín. En el exterior, la villa está rodeada por un parque bien cuidado, rico en árboles centenarios y amplias zonas verdes, que garantiza la privacidad y realza el diálogo con el paisaje circundante. Villa Gina es un raro ejemplo de residencia histórica restaurada con sensibilidad y competencia, ideal para quienes buscan una vivienda exclusiva en un entorno de gran valor. Dizzasco es un pequeño pueblo del valle de Intelvi, situado en una tranquila ubicación entre el lago de Como y la frontera con Suiza. Se encuentra a poca distancia de Argegno, el punto de contacto más inmediato con el lago de Como, y en poco tiempo se pasa de los paisajes boscosos a la orilla del lago, con sus líneas armoniosas, los barcos que surcan el agua, las carreteras panorámicas y un calendario cultural rico y atractivo. La conexión es sencilla y continua, útil tanto para quienes se desplazan a diario como para quienes buscan un punto de apoyo alejado del turismo más intenso. Pero no solo el lago de Como está al alcance de la mano. Hacia el oeste, en poco tiempo se llega también al lago de Lugano. La carretera que atraviesa el Alto Valle Intelvi cruza la frontera, lo que permite llegar en menos de media hora a las localidades del Tesino que dan al Ceresio. En este sentido, Dizzasco se encuentra en una posición intermedia que permite desplazarse con agilidad entre las dos orillas, la italiana y la suiza, sin trayectos largos ni complicados. El pueblo conserva su autenticidad, con casas de piedra, callejuelas discretas y una relación equilibrada con el entorno que lo rodea. Aquí, la presencia humana se integra en el paisaje sin excesos y el ritmo es el de un pueblo que ha conservado su propia medida: sin prisas, sin ruidos. El paisaje circundante es variado pero ordenado, compuesto por frondosos bosques, cuidados aterrazamientos y verdes valles. No hay monumentalidad, sino una coherencia generalizada, visible tanto en la arquitectura como en los espacios abiertos. Dizzasco ofrece, por tanto, una residencia discreta, bien situada con respecto a los principales puntos de interés de la zona. Es un lugar que se deja descubrir con naturalidad, ofreciendo equilibrio, cercanía y la dimensión acogedora de un entorno montañoso.