Casa independiente 4 habitaciones, 216 m²

Ala, Trento (provincia)

Tan pronto como entras en la puerta, tienes la sensación de haber llegado a un lugar especial. El jardín, cuidado con amor, acoge con sus colores y sus perfumes: la hierba suave bajo los pasos, algunas flores tardías que todavía resisten al otoño, y el silencio roto solo por el viento que mueve lentamente las hojas. A la izquierda, un patio cubierto invita a imaginar desayunos lentos en verano, comidas en familia, tardes relajadas entre un libro y el canto de los pájaros. La luz envuelve todo con una gentileza que ya hace sentir como en casa, en ambientes pensados para ser vividos como una vivienda única, pero tan versátiles que dejan espacio a diferentes interpretaciones de la vida.
Una puerta se abre, y se accede a la taberna: un ambiente cálido, vivido, con sus espacios amplios, perfectos para acoger, celebrar, compartir. Aquí se percibe el perfume de la convivencia, del tiempo que pasa más lento, de los cuentos que cobran vida entre una risa y una copa de vino. Los servicios y el trastero completan esta primera planta de la casa.
Al subir a la primera planta, la luz se convierte en protagonista. La cocina amplia y acogedora, dominada por una chimenea moderna que decora y calienta. Hay una gran terraza, que invita a salir, respirar el aire limpio, mirar las montañas en la distancia. Un pequeño balcón lateral ofrece una vista más íntima, casi secreta.
El salón es un abrazo: luminoso, con una estufa de pellets que emana una calidez familiar. También aquí, una terraza regala luz y aliento. Más allá, una habitación individual, tranquila, silenciosa, perfecta para retirarse. Y luego un baño de servicio, funcional, y un gran baño con ventana con bañera: una invitación a cuidar de sí mismo, a detenerse, a escuchar.
Una escalera conduce al ático, donde la madera se convierte en poesía. Las tres habitaciones son grandes, luminosas, cada una con su propio balcón, verdaderos refugios amplios donde cultivar sus pasiones. Y por último, un baño moderno, discreto, elegante, para completar este piso que huele a sueños, descanso y silencio.
Fuera, Ala di Trento abraza con su atmósfera auténtica: entre el encanto de los edificios históricos, la proximidad a las pistas de esquí, a los senderos del Monte Baldo, al lago de Garda, a ciudades como Rovereto y Verona, siempre hay algo que descubrir.
Pero dentro de esta casa... ya está todo.
Cada rincón susurra calma, cada espacio acoge.
Es una casa que se deja vivir, lentamente.
Es una casa que te espera...ven a conocerla estoy seguro de que quedarás fascinado.