Éste es el primero de una serie de artículos llamados «Descubre las joyas ocultas de Italia» con los que queremos ayudarte a conocer mejor los rincones infravalorados de Italia.
Nuestra primera parada de esta semana es en Treviso y sus alrededores, una pequeña y encantadora ciudad de la región del Véneto. ¿Te suena?
Está a media hora de las famosas Venecia y Verona y a sólo una hora de las playas de Jesolo y Caorle. Así que es un centro perfecto para explorar la zona y vivir en un lugar que no tiene turismo de masas ni altas tarifas de comida, compras y hoteles.
Al igual que su prima más conocida, Treviso está construida a lo largo de canales atravesados por puentes arqueados que crean un panorama único en el que espléndidos palacios nos hablan de la historia de la ciudad. Por eso se la conoce también como la «Pequeña Venecia».
El centro histórico es una auténtica joya por descubrir con sus encantadoras plazas, edificios medievales, callejones empedrados, tentadores bares, cafés y restaurantes.
1 – Beber una copa de Prosecco
Inmediatamente al norte de Treviso se encuentran las onduladas colinas que producen el famoso prosecco, el vino blanco espumoso de fama mundial. Es la principal opción para el aperitivo y el vino italiano más exportado del mundo.
El corazón de la producción de este excelente vino se extiende desde Valdobbiadene hasta Conegliano.
La singularidad del paisaje, caracterizado por las colinas bordadas de viñedos, también ha sido designada como patrimonio mundial de la Unesco.
¡ATENCIÓN! El Prosecco italiano no es Prosek.
Italia está inmersa en una gran disputa sobre si Croacia puede vender un vino de postre premium con el nombre de prošek en las tiendas de la UE. Los productores italianos de Prosecco alegan que el nombre similar de Prošek podría confundir a los consumidores y que se corre el riesgo de debilitar la imagen de la bebida espumosa italiana. Veremos qué ocurre en los próximos meses.
2 – Comer un trozo del tiramisú original
Después de saborear una copa de prosecco, lo mejor que se puede hacer es disfrutar de una rebanada de tiramisú, elaborada según la receta original.
De hecho, hay un restaurante llamado Le Beccherie, que afirma haber inventado el tiramisù en los años 60. Los responsables del restaurante han cambiado ahora, pero sigue abierto y el postre es delicioso como en sus inicios.
La ciudad también acoge cada año en octubre una «Copa del Mundo del Tiramisú», en la que personas de todo el mundo compiten para crear el famoso postre italiano en una versión tradicional y otra creativa.
Pero la zona también ofrece otros productos excelentes, como la achicoria y los espárragos.
Encuentra tu casa perfecta en la zona de Treviso.
3 – Explorar la zona en bicicleta
Es habitual desplazarse por el centro histórico en bicicleta. Después de descubrir las pintorescas callejuelas, puedes continuar con un paseo por la naturaleza: hay un maravilloso sendero a lo largo del río Sile que se puede apreciar en todas las estaciones. Quedarás encantado con la exuberante naturaleza y las aves acuáticas.
Los más aventureros también podrán explorar las colinas circundantes con viñedos, bosques, tierras de cultivo y pequeños pueblos.
4 – Aprender a comportarte correctamente con el Galateo
En la maravillosa abadía de Sant’Eustachio en Nervesa della Battaglia, a media hora de Treviso, monseñor Giovanni Della Casa escribió el Galateo durante el Renacimiento italiano. En él se recogen las normas de comportamiento cortés.
La abadía se construyó en el siglo XI y fue destruida durante la Primera Guerra Mundial. Ahora las ruinas crean un espectáculo mágico.
¿Qué más puedo añadir a esta lista? …Ah, sí, recuerda que algunas compañías europeas de bajo presupuesto llegan al aeropuerto de Treviso.