La Tuscia es el destino de viaje por carretera por excelencia para aquellos que quieran explorar una zona de Italia probablemente poco conocida en el extranjero, pero en la que se puede retroceder en el tiempo y disfrutar de un territorio histórico fascinante a su propio ritmo.
Además, está cerca de Roma, por lo que es fácil llegar a ella si se quiere pasar un fin de semana relajado, lejos del bullicio de la gran ciudad.
Sea cual sea el lugar de la Toscana al que se dirija, abundan la buena comida y los paisajes increíbles. Encontrará un lago, baños termales, aldeas medievales, una ciudad moribunda e incluso una estatua moai. Parece increíble, ¿verdad?
Sumerjámonos en la Tuscia.
Bolsena
A menos de 2 horas del aeropuerto de Fiumicino, Bolsena es la ciudad más importante del lago que lleva su nombre. Un pintoresco casco antiguo en el que destaca un majestuoso castillo con espectaculares vistas al atardecer. Tras un romántico paseo, se puede degustar la comida y las especialidades locales en uno de los muchos y buenos restaurantes.
El lago de Bolsena es el más limpio de Europa y, sin duda, puede darse un baño en sus aguas cristalinas para evitar los días más calurosos del verano.
Merece la pena dar una vuelta por todo el lago para explorar los otros pueblos y ciudades pintorescos de los alrededores.
Civita di Bagnoregio
No muy lejos del lago de Bolsena podemos encontrar una joya única. Una aldea mágica situada en un espolón de toba muy friable que se desmoronó con el paso de los años. Hoy en día sólo se puede acceder a «la Civita» desde la colina más cercana con un puente de 200 metros de largo, transitable a pie. Se puede acceder a él por unos pocos euros.
Una vez cruzado ese puente, es como si hubieras retrocedido en el tiempo, entrando en un mundo medieval hecho de estrechas callejuelas llenas de edificios históricos. La mejor manera de disfrutarlo es perderse en él.
No puede dejar de visitar el «Belvedere», que ofrece unas vistas impresionantes del valle circundante.
También puedes pasar una o dos noches allí, en uno de sus B&B.
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Montefiascone
Situado en lo alto de una colina con vistas abiertas al lago de Bolsena, Montefiascone es un pequeño pueblo rodeado del típico paisaje de la Tuscia.
Su territorio es conocido por la viticultura y su producto más famoso es el Est!!!, un delicioso vino blanco con una interesante historia.
La historia del lugar está estrictamente ligada a la religión cristiana, por eso existe la ‘Rocca dei Papi’ (fortaleza de los Papas), un majestuoso castillo que domina el lago, y una impresionante cúpula, la catedral de Santa Margherita.
Vitorchiano
Imagínese un pintoresco caserío medieval encaramado en lo alto de una colina con fuertes pendientes y rodeado de colinas que ofrecen innumerables caminos, ideales para los amantes de la naturaleza.
Los bosques producen una gran variedad de productos, como castañas, nueces y setas.
El centro histórico cuenta con edificios y murallas medievales bien conservados, sugerentes plazas y encantadoras callejuelas.
Pero Vitorchiano no es la típica aldea, de hecho, hay una estatua moai de seis metros a las afueras del pueblo, la única fuera de la Isla de Pascua.
Viterbo
En el corazón de una antigua región etrusca, Viterbo es conocida como la ciudad de los Papas, porque fue elegida como residencia papal en el siglo XIII. No puede perderse una visita al palacio papal y a la catedral, pero también tómese un tiempo para pasear por la ciudad y explorar todas las pintorescas plazas y rincones.
Luego, si le apetece relajarse, puede darse un chapuzón en un revitalizante baño termal en las regias Terme dei Papi, la estructura de baño más popular cerca de la ciudad.
Disfrute de su experiencia en la Tuscia.
